Javier Altamirano: el delantero que llevó a la Universidad de Chile a las semifinales de la Sudamericana
Cuando Javier Altamirano, delantero chileno que se ha convertido en referente ofensivo de la Universidad de Chile en la última década anotó en el partido contra Alianza Lima, no solo selló el pase a semifinales, sino que reavivó la esperanza de una generación de hinchas que llevaba años sin ver a su equipo en una instancia así. Su gol no fue un remate milagroso, sino el fruto de una constancia que pocos notan: entrenamientos tempranos, movimientos sin balón y una intención de ataque que cambia el ritmo del partido. Universidad de Chile, uno de los clubes más grandes de Chile, con una historia de títulos y crisis que se entrelazan volvió a respirar con él en la cancha. Y no fue el único: Copa Sudamericana, la competencia continental donde los equipos chilenos buscan recuperar su lugar entre los mejores de Suramérica se convirtió en el escenario perfecto para que su nombre sonara más allá de Santiago.
Altamirano no es un jugador que se busca en las portadas de revistas, pero sí en los informes técnicos de los rivales. Su capacidad para moverse entre líneas, su instinto de gol en espacios reducidos y su liderazgo silencioso lo convierten en un activo difícil de reemplazar. En el partido de vuelta en Coquimbo, donde el estadio se llenó hasta la bandera, él fue quien decidió. No con gestos, sino con un disparo certero que nadie esperaba. Esa noche, el fútbol chileno volvió a creer. Y no solo por él: el club, tras años de cambios de entrenadores y salidas de jugadores clave, encontró en su desempeño una base para reconstruir. La fútbol chileno, un deporte que vive entre la pasión de la hinchada y la inestabilidad institucional necesita figuras como él: no superestrellas, sino jugadores que se ganan el respeto con cada partido.
Lo que viene ahora es aún más importante. Las semifinales no son un final, sino un nuevo comienzo. Si Altamirano mantiene este nivel, su nombre podría estar en la lista de los máximos goleadores de la competencia. Y si la Universidad de Chile llega a la final, será por su trabajo, su disciplina y su capacidad para estar en el momento justo. En los últimos meses, los medios han hablado mucho de salidas, contratos y crisis económicas. Pero en la cancha, él sigue siendo el que pone el balón en la red. Eso no se arregla con dinero. Se construye con esfuerzo. Y eso es lo que encontrarás en las noticias que siguen: partidos, goles, momentos clave y el camino de un jugador que, sin ruido, está escribiendo su historia en el fútbol chileno.