Viruela del mono: qué es, cómo se transmite y qué dice la actualidad en Chile

La viruela del mono, una enfermedad infecciosa causada por el virus del mismo nombre, relacionado con la viruela humana pero mucho menos grave. También conocida como monkeypox, no es un fenómeno nuevo, pero volvió a llamar la atención en 2022 cuando se propagó fuera de África con casos en países donde antes no se veía. A diferencia de lo que mucha gente cree, no es una enfermedad que solo afecte a ciertos grupos: cualquiera puede contagiarse si hay contacto cercano con alguien infectado, especialmente a través de lesiones en la piel, fluidos corporales o objetos contaminados.

El brote viruela del mono, un aumento inusual de casos en múltiples países durante 2022 y 2023 generó alertas globales, pero desde entonces la situación se ha calmado. La OMS, la organización que coordina la respuesta sanitaria internacional ya no lo considera una emergencia de salud pública de alcance mundial, pero sigue monitoreándolo. En Chile, los casos han sido pocos y controlados, sin cadenas de transmisión sostenidas. Las autoridades sanitarias siguen recomendando lavarse las manos, evitar contacto con lesiones cutáneas de personas enfermas y buscar atención médica si aparecen fiebre, ganglios inflamados y erupciones en la piel.

Lo que sí sigue siendo clave es la información clara. Muchos confunden los síntomas con otras infecciones de piel o enfermedades de transmisión sexual, pero la viruela del mono tiene un patrón distintivo: las lesiones suelen aparecer primero en la cara, manos o genitales, y pasan por etapas claras —desde manchas hasta costras— antes de sanar. No es mortal en la mayoría de los casos, pero puede ser dolorosa y dejar secuelas si no se trata bien. En Chile, los centros de salud públicos tienen protocolos para identificarlo y aislarlo rápidamente, y el sistema de vigilancia epidemiológica lo incluye en sus reportes.

En esta recopilación, encontrarás noticias reales sobre cómo se ha manejado la viruela del mono en el país, qué han dicho las autoridades, y cómo ha impactado en el sistema de salud o en eventos públicos. No hay alarmismos, ni teorías sin fundamento. Solo lo que pasó, lo que se hizo, y lo que sigue vigente.