Servicio militar en Chile: qué es, quiénes lo hacen y cómo afecta al país
El servicio militar, un proceso legal en Chile que ha pasado de ser obligatorio a un sistema voluntario con opciones de participación ciudadana. También conocido como recluta, es hoy más un puente entre la juventud y la defensa nacional que una exigencia impuesta. Antes, todos los hombres mayores de 18 años tenían que pasar por el ejército. Hoy, solo quienes deciden inscribirse lo hacen, y muchos lo hacen por motivos personales: formación, empleo, o simplemente porque quieren contribuir.
El defensa nacional, el marco legal y operativo que guía cómo Chile protege su territorio y a sus ciudadanos ya no depende solo de soldados en filas. Ahora incluye unidades móviles de conectividad, como las 16 que se activaron en emergencias, o programas de preparación civil ante desastres. El recluta, el término común usado para referirse a quienes se incorporan al servicio militar en Chile ya no es solo un joven con uniforme en un cuartel. Puede ser alguien que aprende logística en un incendio, que ayuda en la restauración de infraestructura tras un terremoto, o que se capacita en tecnologías de comunicación para apoyar a SENAPRED.
La relación entre el servicio militar y la vida cotidiana en Chile es más cercana de lo que parece. Cuando se habla de seguridad en eventos deportivos, como el partido entre Universidad de Chile y Alianza Lima, o cuando se discute la protección de instalaciones críticas como el Costanera Center, está detrás la estructura de defensa que incluye a quienes han pasado por este sistema. No es solo sobre armas o uniformes. Es sobre disciplina, respuesta rápida, y una red de personas entrenadas para actuar cuando el país lo necesita.
Si buscas entender por qué Chile decidió cambiar su modelo, o cómo afecta a los jóvenes que hoy no lo hacen, lo que verás aquí son historias reales. Desde cómo se gestiona la logística de un desastre natural hasta cómo se entrena a quienes deciden servir. No es un tema del pasado. Está en las noticias de hoy: en la conectividad en Coquimbo, en la respuesta a incendios en Santiago, en la preparación de la selección nacional para enfrentar a Perú. El servicio militar ya no es una obligación, pero sigue siendo una parte viva del tejido nacional.