RUT: Qué es, para qué sirve y cómo se usa en Chile
El RUT, el Registro Único Tributario, es el número de identificación personal y jurídica que todo chileno y residente legal debe tener para interactuar con el Estado. También conocido como Rol Único Tributario, es más que un número: es tu llave para acceder a servicios básicos, trabajar, pagar impuestos, sacar tu cédula de identidad o incluso comprar un celular en cuotas.
Si vives en Chile, el RUT te persigue en cada paso. Lo necesitas para abrir una cuenta bancaria, inscribir a tus hijos en el colegio, solicitar una beca, contratar un servicio de internet, pedir un préstamo, o incluso para que te atiendan en un hospital público. El Servicio de Impuestos Internos, la entidad encargada de emitir y administrar el RUT en Chile lo asigna una sola vez y lo mantiene activo para toda la vida. No se cambia, no se renueva, y si lo pierdes, lo recuperas en su web sin pagar un peso.
El RUT no es solo para personas. Empresas, asociaciones, fundaciones y hasta clubes deportivos tienen uno. Cuando ves que una tienda pide tu RUT al facturar, no te está pidiendo tu identidad, sino su obligación legal de reportar la transacción. Cuando un médico te pide tu RUT en la sala de espera, no es por curiosidad: es para que el sistema de salud pueda vincular tu historial clínico, tus exámenes y tu seguro. El documento nacional, la cédula de identidad chilena, lleva tu RUT impreso en la parte trasera. Sin él, no puedes votar, no puedes viajar en avión dentro del país, y no puedes firmar un contrato de alquiler.
Lo curioso es que, aunque todos lo usamos, pocos saben cómo se construye. El RUT tiene ocho dígitos y un dígito verificador, que puede ser un número o la letra K. Ese dígito final no es al azar: se calcula con una fórmula matemática para evitar errores o fraudes. Si lo escribes mal, cualquier sistema lo rechaza. Por eso, cuando llenas un formulario y te dice "RUT inválido", no es un error del sistema, es que tú pusiste un 0 en vez de una O, o te olvidaste la K.
En los últimos años, el RUT se volvió el eje de la digitalización del Estado. Con él, puedes hacer trámites desde tu celular: pedir tu certificado de antecedentes, renovar tu licencia de conducir, declarar impuestos, o solicitar subsidios como el IFE o el Ingreso Mínimo Garantizado. El gobierno no te pide tu nombre, tu dirección ni tu fecha de nacimiento: solo tu RUT. Y con él, accede a toda tu información vinculada. Es poderoso. Y por eso, hay que protegerlo. Nadie tiene derecho a pedírtelo por mensaje, llamada o redes sociales. Si alguien te lo pide así, es fraude.
En las noticias que encontrarás aquí, verás cómo el RUT aparece detrás de escena en casos de emergencia, como cuando Chile activó carros móviles de conectividad para que las víctimas de incendios o terremotos pudieran acceder a servicios públicos. O cuando se habló de subsidios de desempleo en Quindío: para recibirlos, necesitas tu RUT. Incluso en los escándalos mediáticos, el RUT es el hilo que conecta a las personas con sus registros legales, sus cuentas, sus deudas. No es un número cualquiera. Es tu identidad en el sistema chileno.
Lo que verás aquí no son solo titulares. Son historias reales donde el RUT fue el puente, el requisito, la clave. Ya sea que estés buscando entender por qué lo piden tanto, o simplemente quieres confirmar cómo funciona, aquí tienes todo lo que necesitas, sin tecnicismos, sin jerga, sin rollos. Solo lo esencial, con los ejemplos que te tocan de cerca.