Penaltis: El momento que lo cambia todo
Un penalti, un tiro libre desde los 11 metros que define el rumbo de un partido, una temporada o incluso una carrera. Es la prueba más cruda del fútbol: un jugador, un portero, y todo el peso de una afición en silencio. No hay excusas, no hay distracciones. Solo el balón, la red y el miedo. En Chile, los penaltis no son solo un detalle del reglamento. Son momentos que quedan grabados en la memoria colectiva: desde las semifinales de la Copa Sudamericana hasta los duelos clave de la Copa Libertadores. Cuando penaltis se juegan, no se juegan con estrategia, se juegan con alma.
En la ida de la Sudamericana 2025, Independiente del Valle y Atlético Mineiro empataron 1-1 en Quito. El partido terminó sin ganador, pero el miedo a los penaltis ya pesaba en el aire. Y no es casualidad. En el fútbol chileno, los penaltis han sido decisivos en partidos como el de Universidad de Chile contra Alianza Lima, donde el pase a semifinales se selló con goles de Lucas Assadi y Javier Altamirano, pero el fantasma del penal siempre estuvo presente. En la Libertadores, Racing y Vélez también saben que si el empate llega al final, el que tire mejor desde los 11 metros se lleva el pase. No hay reglas complejas: si el global es igual, se va a penaltis. Punto. No hay goles de visitante, no hay tiempo extra que salve. Solo el silencio, el pitido y la carrera hacia la pelota.
Los penaltis no son solo un recurso del reglamento. Son una forma de entender el fútbol: quién tiene nervios, quién no, quién se atreve. En Chile, donde la hinchada exige más que resultados, cada penal es una prueba de carácter. Y en las últimas temporadas, esos tiros han marcado la diferencia en partidos que parecían perdidos. Por eso, si buscas entender por qué el fútbol chileno se vive con tanta intensidad, mira los penaltis. Ahí no se juega con tácticas. Se juega con el corazón. En esta colección, encontrarás los partidos donde los penaltis decidieron el destino de equipos, jugadores y hasta ligas enteras. Desde la Sudamericana hasta la Libertadores, pasando por los duelos nacionales que nunca se olvidan.
