Desinformación en Chile: qué es, cómo se propaga y qué noticias lo demuestran
Desinformación, la difusión intencional de información falsa o engañosa con el propósito de manipular la opinión pública. También conocida como noticias falsas, no es solo un error, es una herramienta. Y en Chile, donde las redes sociales mueven más noticias que los diarios tradicionales, se ha convertido en un problema cotidiano. No se trata de que alguien se equivocó al escribir. Se trata de que alguien quiso que creyeras algo que no es cierto, y lo hizo bien. Desde rumores sobre políticos hasta fake news de emergencias, la desinformación juega con tus emociones: miedo, ira, esperanza. Y cuando se mezcla con temas sensibles como salud, seguridad o política, el daño se multiplica.
La manipulación mediática, el uso estratégico de medios para distorsionar la realidad a favor de intereses específicos es el motor de esto. Fíjate en cómo se usan titulares sensacionalistas: una evacuación por incendio en Costanera Center se convierte en "caos total en Santiago". O cómo un concierto de Silvio Rodríguez se transforma en "protesta política masiva". No es que los hechos sean falsos, es que se les saca de contexto para que encajen en una narrativa. Y eso es desinformación disfrazada de periodismo. También hay casos donde se inventan completamente: como cuando se difundió que una diputada llamó a otra para confesar una aventura, sin pruebas, solo con audios filtrados y rumores en redes. Ese tipo de historias no buscan informar, buscan destruir.
Y no es solo en política. En deporte, en tecnología, en salud: se inventan resultados, se falsean cifras, se inventan testimonios. El iPhone 17 Pro se raya? Algunos dicen que es un defecto de fábrica. Apple dice que es desgaste normal. ¿Quién tiene razón? La desinformación no te deja saberlo, porque te obliga a elegir bando. En Chile, donde la confianza en los medios está baja, la gente busca respuestas en grupos de WhatsApp o en comentarios de Instagram. Y ahí es donde la mentira se vuelve verdad, porque se repite mucho.
Lo peor no es que exista la desinformación. Lo peor es que muchos la creen, la comparten y luego se enojan cuando alguien les dice que es falso. Por eso, lo que encontrarás aquí no son solo noticias, son casos reales donde la desinformación tuvo consecuencias. Desde rumores sobre migración que generan odio, hasta falsas alertas de terremotos que causan pánico. Verás cómo una simple publicación puede cambiar el rumbo de una campaña política, arruinar la reputación de un artista o hacer que miles de personas crean en una mentira por semanas. No te vamos a decir qué es cierto o no. Te vamos a mostrar cómo reconocerla antes de que te engañen otra vez.