Canibalismo: Qué es, por qué se da y cómo aparece en la cultura chilena

El canibalismo, la práctica de consumir la carne de un miembro de la misma especie. También conocido como antropofagia, no es solo un acto de violencia o horror, sino un fenómeno con raíces profundas en la historia humana, la religión y la supervivencia. En muchas culturas antiguas, comer a un enemigo o a un ancestro no era un acto de salvajismo, sino un ritual de poder, respeto o conexión espiritual. En el Pacífico Sur, en África o en América Latina, se registran casos donde el canibalismo tenía un sentido simbólico: absorber la fuerza del otro, honrar su muerte o cerrar un ciclo sagrado.

En Chile, aunque no hay registros de canibalismo como práctica social, la idea aparece en mitos mapuches, en relatos de la conquista y hasta en historias de supervivencia extremas. Durante la Guerra de la Triple Alianza, se contaron casos de soldados chilenos que, por hambre extrema, recurrían a comer carne humana. Y en la cultura popular, el canibalismo se usa como metáfora: para hablar de explotación, de sistemas que se devoran a sí mismos, o de líderes que consumen a sus seguidores. No es un tema tabú por lo que implica físicamente, sino por lo que representa: la pérdida de humanidad.

La antropología moderna ha demostrado que el canibalismo ritual no es un error evolutivo, sino una respuesta cultural compleja. En Chile, donde la memoria histórica se construye con silencios y mitos, el canibalismo aparece como una sombra que nos obliga a preguntarnos: ¿cuándo dejamos de ver al otro como persona? En las noticias que encontrarás aquí, no hay relatos de personas comiéndose a otras, pero sí historias donde el poder, el hambre, el miedo o la desesperación actúan como ingredientes de una misma ecuación: la deshumanización.

Lo que verás en esta colección no son crímenes reales de canibalismo —no hay ninguno en los registros—, pero sí relatos que tocan el mismo nervio: situaciones límite donde lo humano se pone a prueba. Desde un incendio que obliga a evacuar a 2.000 personas hasta un artista que se derrumba en vivo, hay momentos en que la supervivencia, el dolor o el estrés revelan lo que hay debajo de la superficie. El canibalismo, en este sentido, no es un acto físico. Es una metáfora que sigue viva.